Microdescansos en la práctica médica: TIPS

Microdescansos en la práctica médica: TIPS

En el vertiginoso mundo de la práctica médica, cada minuto cuenta y el desgaste crece. Largas jornadas, estrés constante y la necesidad de estar siempre al pie del cañón pueden dejarte sin energías rápidamente. ¿Y si te dijéramos que unos simples microdescansos podrían ser tu arma secreta para mantenerte fresco y concentrado entre paciente y paciente? No se trata de siestas mal echadas en las habitaciones de guardia; hablamos de pausas relámpago, de uno a cinco minutos, que recargan tus pilas al instante. ¿Conoces las técnicas de respiración profunda usadas por los Navy Seals? ¿Quieres sacar rendimiento a tus caminatas por los pasillos del hospital? Descubre cómo estos breves respiros pueden transformar tu día a día y llevar tu rendimiento a otro nivel. ¿Te animas a probarlo? Te contamos cómo.

 

¿Qué son los microdescansos?

Los microdescansos son pausas rápidas y efectivas, generalmente de uno a cinco minutos, que se toman durante la jornada laboral para descansar y recuperar energía. Los microdescansos están diseñados que continues con sus tareas casi de inmediato, pero con una renovada sensación de vigor y concentración.

 

Estrategias para recargar energías en pocos minutos

 

  1. Respiración profunda 4-7-8: Una de las formas más efectivas de recargar energías rápidamente es a través de la respiración profunda, utilizada hasta para los Navy Seals de EE.UU. Tómate uno o dos minutos para cerrar los ojos y realizar esta secuencia: inhala profundamente por la nariz durante 4 segundos, mantener la respiración por 7 segundos y exhalar lentamente por la boca durante 8 segundos. Repite este proceso varias veces. Esta técnica ayuda a oxigenar el cerebro y reduce el estrés, proporcionando una sensación de calma y claridad mental. Ayúdate de esta guía visual y sigue el movimiento de círculo azul.

Respiración profunda 4-7-8
 

  1. Ejercicios de estiramiento: Realizar ejercicios de estiramiento simples puede revitalizar tu cuerpo y mente en cuestión de minutos. Puedes hacer estiramientos de cuello, hombros y brazos sin siquiera levantarte de tu silla. Estos movimientos ayudan a liberar la tensión acumulada en los músculos y mejoran la circulación sanguínea, lo que contribuye a una mayor sensación de bienestar.

Ejercicios de estiramiento
 

  1. Hidratación y snack saludable: Tomar un pequeño descanso para beber agua o un té, y comer un snack saludable como una fruta o un puñado de nueces, puede hacer maravillas para tu energía. La hidratación adecuada y una nutrición ligera y equilibrada son claves para mantener altos niveles de energía y concentración. Siempre que puedas, ten cerca tu botella de agua; ponte el reto de dejarla vacía al terminar la jornada (no vale tirarla).
     
  2. Mini caminata: Si tienes la oportunidad, levántate y da un paseo rápido de uno a cinco minutos, ya sea por los pasillos de la consulta o subiendo y bajando un par de plantas del hospital. Salir del ámbito laboral inmediato y cambiar de posición, aunque sea por un corto periodo, permite a tu cerebro desconectar y reiniciarse. Caminar también estimula la circulación y ayuda a estirar los músculos que quedan en tensión mientras permanecemos sentados.

 

Estrategias para reducir la fatiga según tu jornada médica

Reducir la fatiga es esencial para mantener un alto nivel de desempeño y bienestar. La gestión del tiempo en una buena herramienta de partida, ya que te facilitará organizar tu día de manera eficiente, priorizando las tareas más importantes y agrupando actividades similares para evitar el desgaste mental por cambios constantes de tarea.

Consulta nuestra infografía con consejos para gestionar tu tiempo en la consulta.
 

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Ahora bien, sabemos que no todas las jornadas médicas pueden gestionarse de la misma manera. Dependiendo del lugar y turno en que trabajes, los microdescansos se pueden adaptar a tus necesidades para lograr una menor fatiga. Aquí hay algunas estrategias útiles según tu situación:
 

  • Consultas en centro de salud: Aquí, las interacciones con los pacientes son continuas y rápidas. Entre paciente y paciente, dedica uno o dos minutos a ejercicios de respiración profunda o estiramientos. Para las tareas administrativas, agrúpalas en bloques y toma microdescansos entre ellos para mantener la concentración y evitar el agotamiento mental.
     
  • Consultas en hospital: En este entorno, puede ser más fácil encontrar momentos para una mini caminata rápida. Al finalizar una consulta, aprovecha para caminar por el pasillo o subir y bajar un par de plantas antes de atender al siguiente paciente.
     
  • Guardias: Durante las largas horas de guardia, es crucial tomar microdescansos para mantenerse alerta. Entre las atenciones de emergencia, encuentra un lugar tranquilo para practicar técnicas de respiración profunda o tomar un snack saludable. Delegar tareas menores a otros miembros del equipo puede permitirte estos pequeños descansos.
     
  • Jornada partida: En una jornada partida, organiza tus bloques de tiempo de manera eficiente. Realiza estiramientos y ejercicios de respiración antes y después de cada bloque de trabajo. Durante las pausas largas, asegúrate de hidratarte bien y comer algo ligero y saludable para mantener la energía.
     

No olvides algo muy importante: sea cual sea tu jornada y lugar de trabajo, habla con tus compañeros, especialmente los que tienen más experiencia, sobre los tips que utilizan y les funcionan para reponer energías.

 

Cómo aumentar tu productividad como médico

Incorporar microdescansos adaptados a tu práctica médica puede aumentar significativamente tu productividad, y puedes acompañar esta estrategia de otras que te presentamos aquí:
 

  1. Programar microdescansos regulares: Configura recordatorios para tomar microdescansos cada hora o cada dos horas. Estos breves descansos pueden prevenir el agotamiento y mantener tu mente fresca. No subestimes estos descansos regulares, toma como ejemplo las cirugías de larga duración donde los miembros del equipo quirúrgico rotan y realizan descansos programados para garantizar la seguridad tanto del paciente como de los profesionales sanitarios.
     
  2. Técnica Pomodoro: TEsta técnica consiste en trabajar durante 25 minutos y luego tomar un descanso de 5 minutos. Después de cuatro ciclos, toma un descanso más largo de 15-30 minutos. Este método es excelente para mantener la concentración y evitar la fatiga, especialmente cuando estás estudiando y reforzando tu formación médica continua.
     
  3. Espacios de descanso: Utiliza los espacios dedicados para el descanso en tu lugar de trabajo. Un rincón tranquilo con una silla cómoda puede ser suficiente para desconectar brevemente y recargar energías.

 

No eres más productivo por ir a trabajar enfermo

Ir al trabajo enfermo puede ser perjudicial tanto para ti como para tus pacientes y colegas. Tu capacidad para desempeñar tus funciones disminuye, lo que puede aumentar el riesgo de errores médicos. Además, puedes propagar enfermedades contagiosas. Es importante escuchar a tu cuerpo y tomar tiempo para recuperarte completamente antes de volver al trabajo.

 

Descansa plenamente cuando tengas la oportunidad

Para descansar del trabajo, es esencial desconectar completamente durante tus días libres. Participa en actividades que disfrutes y que te relajen, como leer, hacer ejercicio, pasar tiempo con la familia, realizar tareas creativas o practicar hobbies. Además, asegúrate de tener un ambiente tranquilo y cómodo para dormir.

Incorporar microdescansos en la práctica médica no solo puede mejorar tu bienestar personal, sino también tu desempeño profesional. Con estrategias simples pero efectivas, puedes aumentar tu productividad, reducir la fatiga y asegurarte de estar siempre en tu mejor forma para atender a tus pacientes. Comprométete con tu descanso como lo harías con tu paciente, incluso si eso significa delegar, parar y reponer; no acabes como el residente Bill de los vídeos del Dr. Glaucomflecken.

 

¡No subestimes el poder de unos minutos bien aprovechados!

 

CON0021.07.2024

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