El secreto del fórceps que duró todo un siglo:  descúbrelo ahora

El secreto del fórceps que duró todo un siglo: descúbrelo ahora

Si alguna vez te has preguntado acerca de las herramientas que han transformado el proceso del parto, los fórceps son sin duda una de ellas. Estos instrumentos quirúrgicos han sido fundamentales para asistir nacimientos en los que surgen complicaciones. Su fascinante historia nos revela tanto su utilidad como las sombras éticas de las decisiones que tomaron los primeros médicos que los utilizaban. Acompáñanos a explorar la aparición de los fórceps, por qué se mantuvieron en secreto durante 100 años, y cuándo y cómo se utilizan actualmente.

 

Origen del fórceps: secretos de familia

Las pinzas fórceps, comúnmente conocidas solo como fórceps, son instrumentos quirúrgicos diseñados para guiar al bebé a través del canal de parto cuando hay complicaciones y es necesario acelerar el proceso de nacimiento por vía vaginal. Consisten en dos brazos alargados, unidos mediante pinza, con extremos curvados que permiten agarrar la cabeza del bebé para facilitar su extracción. Antes de la existencia de este instrumento, las técnicas para asistir el bloqueo del parto eran tremendamente arriesgadas, suponían sufrimiento tanto para el bebé como para la madre y la mortalidad de cualquiera de ellos o de ambos era muy alta.

En el siglo XVI, dos hermanos franceses, los Chamberlen, ejercían con éxito como barberos cirujanos y practicantes de partería en Inglaterra, siguiendo la profesión de su padre. Su buena labor en partos con complicaciones se debía a la herramienta que diseñaron los propios hermanos y que mantenían en total secreto, para asegurar su reputación como mejores parteros de Inglaterra. Se cuentan que se desplazaban en un carruaje especial, llevando consigo una enorme caja de madera ricamente decorada, que aparentaba ser la compleja máquina que usaban. Cuando atendían a la parturienta, le vendaban los ojos y nadie más podía permanecer en la habitación con ellos.

Algunos de los descendientes de los hermanos Chamberlen continuaron la profesión de practicantes de partería, estudiando ya en las facultades de medicina que se estaban desarrollando por Europa y obteniendo el título de doctores, llegando a trabajar para la corte inglesa dada su notoriedad. Todo ello sin revelar en ningún momento sus técnicas, manteniendo su exclusividad. No sería hasta bien entrado el siglo XVIII, en 1733, cuando se publicó el diseño de los fórceps, poco después de la muerte de Hugh Chamberlen, el último médico Chamberlen en guardar el secreto. Puedes conocer más detalles curiosos sobre los Chamberlen y su uso secreto del fórceps en este artículo de la BBC.

 

¿Cuándo y cómo se utilizan los fórceps?

Los fórceps se emplean cuando el parto se complica y hay necesidad de ayudar al bebé a atravesar el canal de parto de manera segura y rápida. Situaciones como el sufrimiento fetal, el agotamiento materno o la necesidad de acelerar el proceso pueden requerir la intervención de fórceps, que se utiliza cuidadosamente bajo la supervisión de profesionales de la salud para minimizar riesgos tanto para la madre como para el bebé.

Actualmente las complicaciones asociadas a los fórceps son relativamente raras, pero deben considerarse al evaluar el riesgo y beneficio de su uso en cada caso, ya que pueden causar desgarros vaginales, hemorragias postparto y lesiones en la vejiga o el recto.

Existen varios tipos de fórceps, cada uno diseñado para adaptarse a diferentes situaciones obstétricas y preferencias del profesional médico.

 

Fórceps de Simpson

1. Fórceps de Simpson:

Este tipo de fórceps tiene extremos redondeados y es adecuado para enganchar la cabeza del bebé cuando está bien encajada en la pelvis materna. Los fórceps de Simpson son versátiles y pueden utilizarse en varias posiciones de la cabeza fetal.

 

Fórceps de Kielland

2. Fórceps de Kielland:

Diseñados específicamente para casos en los que la cabeza del bebé está en una posición occipito-transversa (de lado) dentro de la pelvis materna. Tienen una curvatura especial que permite un agarre seguro y eficiente en estas circunstancias.

 

Fórceps de Piper

3. Fórceps de Piper:

Este tipo de fórceps es más corto y ligero en comparación con otros modelos. Es ideal para situaciones en las que se requiere una extracción rápida y eficaz del bebé, como en casos de sufrimiento fetal agudo.

 

Fórceps de Tarnier o francés

4. Fórceps de Tarnier o francés:

Los fórceps de Tarnier tienen una forma única que facilita un agarre firme pero delicado alrededor de la cabeza del bebé. Son especialmente útiles en partos en los que se necesita una rotación de la cabeza fetal para facilitar la salida por el canal de parto.

 

Fórceps de outlet (de salida)

5. Fórceps de outlet (de salida):

Estos fórceps tienen una forma más alargada y delgada con extremos más angulados. Se utilizan cuando la cabeza del bebé ya ha descendido significativamente en el canal de parto y se encuentra en la etapa final de la expulsión.

 

Fórceps de Neville-Barnes

6. Fórceps de Neville-Barnes:

Similar en diseño a los fórceps de Simpson pero con una curvatura ligeramente diferente que los hace útiles en ciertos casos específicos de presentación fetal.

 

Ventosa obstétrica

7. Ventosa obstétrica:

También cabe mencionar este instrumento, en el que una copa hecha de silicona o similar se adhiere por succión al cuero cabelludo del bebé para facilitar su extracción. Comparadas con los fórceps, las ventosas son menos invasivas porque no requieren que los brazos del instrumento entren dentro del canal de parto. El uso de ventosa o fórceps se valorará en cada situación: las ventosas son más comúnmente utilizadas cuando la posición de la cabeza fetal es favorable y los fórceps son más adecuados para situaciones donde se necesita una manipulación precisa de la posición de la cabeza fetal, como en casos de presentación occipito-posterior o cuando es necesario rotar la cabeza del bebé.

 

Como ves, la familia Chamberlen guardó celosamente el diseño de los fórceps durante generaciones, manteniendo el secreto sobre esta herramienta que podía facilitar nacimientos complicados y salvar vidas. No fue hasta mucho después de su creación que el secreto quedo revelado, permitiendo que los fórceps se utilizaran ampliamente en la práctica médica. Con el tiempo, los diseños y materiales de los fórceps han evolucionado significativamente. Desde los modelos originales de metal hasta versiones más modernas y seguras, los avances han permitido mejorar tanto la efectividad como la seguridad de estos instrumentos.

 

CON0002.07.2024

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