La doble consulta o segunda opinión en la práctica médica desempeña un papel crucial en la validación de diagnósticos médicos y tratamientos, reduciendo a menudo procedimientos innecesarios. Se ha convertido en un derecho del paciente y una ventaja competitiva en la atención sanitaria pública y privada.1 Si bien este enfoque mejora la precisión diagnóstica y la seguridad del paciente, también presenta desafíos como el aumento de los costos de atención médica y las ineficiencias del sistema.
Solicitar una segunda opinión o reevaluar un diagnóstico puede llevar a cambios en los planes de tratamiento, evitando intervenciones innecesarias. Esto es especialmente relevante en casos complejos con incertidumbre diagnóstica.1
Una comunicación eficaz de riesgos desempeña un papel crucial para ayudar a los pacientes a tomar decisiones informadas sobre su atención médica. Los estudios destacan que los marcos estructurados para la toma de decisiones mejoran la comprensión y la satisfacción del paciente, garantizando que se sientan más seguros con sus opciones de tratamiento.2
La doble consulta en la práctica médica desempeña un papel crucial para mejorar la precisión diagnóstica y la confianza del paciente. Sin embargo, también plantea desafíos financieros, operativos y éticos. Mediante la implementación de protocolos estandarizados, el fomento de la comunicación entre los sectores de la atención médica, el aprovechamiento de las tecnologías de salud digital y la integración de la IA en el diagnóstico, se pueden maximizar las ineficiencias, mejorando la eficiencia de la atención sanitaria.
Referencias
DOC.5040.122024