20 julio, 2021
Los redactores médicos son expertos en transmitir ideas médicas con claridad y precisión, así que no te pierdas la oportunidad de explorar esta emocionante carrera que combina la ciencia y el arte de la escritura. Sigue leyendo y descubre cómo puedes darle voz a la medicina de una manera única y cautivadora.
La redacción médica se trata de una profesión algo desconocida, pero que en los últimos años está despegando con una fuerza impresionante. Y no, los redactores médicos ya no son ratas de biblioteca ni trabajan a la luz de las velas, como los peculiares copistas de El nombre de la rosa. El auge de las publicaciones en formatos digitales, el vertiginoso desarrollo técnico y las investigaciones cada vez más numerosas han hecho del redactor médico (medical writer) una figura indispensable en muchos campos y en diversos tipos de empresas e instituciones, algo así como el «superhéroe» de la película.
Según la Asociación Española de Redactores de Textos Médicos, «un redactor médico o redactor de textos médicos es un profesional cualificado para redactar textos y materiales relacionados con las ciencias de la salud de una forma clara, concisa y rigurosa».
Aunque en apariencia parece una tarea muy sencilla, en realidad es una profesión que requiere una doble formación: titulación en medicina, farmacia, biología, biotecnología, etc., y formación adicional en habilidades de escritura y comunicación. ¿A que ahora los mirarás con mejores ojos?
La verdad es que el medical writer se encarga de tareas muy diversas para públicos también diferentes: desde la redacción de un prospecto hasta la elaboración de un artículo de divulgación para el público en general, pasando por la revisión de la traducción de un artículo escrito originalmente en otro idioma.
Mencionaremos algunos de sus cometidos para que te hagas una idea de lo extenso de su trabajo:
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Como te podrás imaginar, no es suficiente con tu titulación en ciencias, sino que debes adquirir una serie de conocimientos que te capacitarán para la profesión.
Por ejemplo, la Universidad de Alcalá de Henares ofrece un interesante título de Experto en Redacción Médica, y la Universidad de la Rioja, un Curso de Redacción Científica. También la propia Asociación Española de Redactores Médicos imparte formación a sus asociados. Asimismo, algunas empresas de formación cuentan en sus plataformas con cursos de escritura científica (Lidesec, Cálamo y Cran, etc.).
Por su parte, la Fundación Dr. Antoni Esteve ofrece cursos sobre comunicación científica y acceso gratuito a publicaciones muy útiles para el redactor médico.
Pero lo más importante si quieres llegar a ser un redactor médico de primera es que te preocupes de estar al día en terminología, investigación, etc. Tu tarea será transmitir conocimientos científicos a otros ?ya sean profesionales de la salud o no? y debes estar seguro, muy seguro, de que lo haces con claridad y con rigor.
Por eso, entre tus páginas favoritas de Internet debes tener siempre recursos como:
Y muchos otros que irás descubriendo poco a poco.
Efectivamente, el inglés es actualmente el idioma en el que se expresa la ciencia, de modo que es fundamental en el día a día del redactor médico. También en este terreno contamos con inestimables recursos, como por ejemplo la plataforma Cosnautas, con innumerables herramientas para facilitar el trabajo del traductor y/o redactor médico (se accede por suscripción).
Si has llegado hasta aquí creo que ya te imaginarás que el abanico es enorme. Citemos solo algunos ejemplos:
O también puedes trabajar en todas ellas si lo haces como freelance.
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RES.0102.072021