6 mayo, 2022
Como médico, ya habrás comprobado que no todos los pacientes son iguales ni se comportan del mismo modo. A continuación, te presentamos algunos tipos de pacientes que acudirán a tu consulta y te damos consejos para que tu relación con ellos sea perfecta.
Algunos pacientes quieren un trato especial y exigen atención al paciente inmediata, independientemente de cuántas personas haya en la sala de espera y de la gravedad de su dolencia. Los hay que, ya en la consulta, reclaman todo tipo de pruebas y servicios, aunque no estén justificados.
Sé paciente y hazles entender que deben respetar los tiempos de espera. Pon límites, ya que, si intentas cumplir sus expectativas, pueden volverse más demandantes y cada vez será más difícil poner freno a los requerimientos desmedidos.
Hay pacientes que intentan convencerte para conseguir lo que quieren. Pueden llegar a ser realmente insistentes para que accedas a sus peticiones.
Confía en tu criterio médico y no cedas cuando soliciten pruebas o tratamientos que no estén indicados ni vayan a suponer un beneficio.
Estos pacientes reaccionan con rabia o ira cuando las cosas no salen como quieren. Ten en cuenta que esta actitud puede ser un mecanismo de defensa para hacer frente al miedo o la ansiedad tras un diagnóstico inesperado.
Debes escucharlos, tratando de entender lo que hay detrás de ese enfado, y evitar el tono hostil, ya que ignorarlos o contestar bruscamente puede alimentar la ira y avivar el enfrentamiento.
Una de las situaciones más desagradables es la agresión física o verbal por parte de un paciente agresivo. En 2021, las agresiones a los médicos se dispararon un 39 %, fundamentalmente por discrepancias con la atención médica recibida en el centro de salud.
Debes mantener la calma y no responder con agresividad, aunque tampoco debes tolerar el comportamiento agresivo. Ofrecer la atención por parte de otro compañero puede relajar la tensión. Si la situación se agrava, denúncialo a las autoridades del centro sanitario.
Algunos pacientes son reacios a recibir atención sanitaria para problemas de salud y cuestionan la utilidad de los tratamientos y las recomendaciones pautadas.
Lejos de enfadarte con ellos o echarles la bronca por su actitud, sé paciente y comprensivo y explícales que tus recomendaciones pretenden mejorar su salud. Así, conseguirás que acaben confiando en ti.
En ocasiones, acudirán a tu consulta pacientes que recaen continuamente a pesar del tratamiento. Suelen quejarse por su situación y puede parecer que no quieren curarse.
Trata de identificar los motivos por los que persisten los síntomas, no dudes de ellos, transmite seguridad. Valora si existen factores psicológicos que puedan contribuir a este comportamiento.
Afortunadamente, muchos pacientes agradables estarán dispuestos a colaborar y respetarán tus decisiones. Aunque son los más fáciles de tratar y los que a priori te plantearán menos dificultades, pueden mostrarse más tranquilizadores y optimistas de lo que se esperaría en escenarios desfavorables.
Asegúrate de que han comprendido tus explicaciones e insiste en que pregunten todo lo que quieran, ya que podrían quedarse con dudas por miedo a parecer pesados.
Como ves, la psicología y las habilidades comunicativas, como la expresión facial, son esenciales para saber cómo desenvolverte con todo tipo de pacientes.
RES.0321.042022