6 septiembre, 2022
La colaboración de los profesionales sanitarios que componen el sistema sanitario (médicos, enfermeros y farmacéuticos, entre otros) es fundamental para atender al paciente de forma óptima. Te contamos cómo lograr que esa colaboración interprofesional sea una realidad.
Seguro que conoces situaciones en las que la atención al paciente podría haber mejorado con una buena comunicación y colaboración entre profesionales sanitarios. Por ejemplo, una receta caducada que el farmacéutico no puede dispensar o el resultado de una prueba urgente a la que el médico de atención primaria no puede acceder. La coordinación entre diferentes profesionales sanitarios y entre los diversos niveles asistenciales puede evitar incidentes de este tipo y aportar muchos beneficios:
Dichas funciones deberían ser únicas y estar protocolizadas, de forma que se evite la duplicidad de las tareas y todos sepan qué puede aportar cada compañero de trabajo.
Los protocolos deberían establecer qué situaciones requieren comunicarse, a quién comunicarlas, el canal para hacerlo y el tiempo de respuesta. Por ejemplo, ¿qué debe hacer el farmacéutico si un paciente solicita un medicamento que requiere visado y no lo tiene? ¿Y un médico de atención primaria que sospecha que su paciente tiene cáncer, pero no le dan cita hasta dentro de 3 meses? Existen diferentes canales de comunicación:
Los grupos de trabajo interdisciplinarios para crear procedimientos compartidos en una misma área sanitaria son muy importantes para mejorar la colaboración. Se deberían hacer reuniones periódicas de seguimiento y evaluación de los procesos colaborativos.
El objetivo final de la atención sanitaria es mejorar la salud y la calidad de vida del paciente. Todo esfuerzo de colaboración tiene esa meta, y tenerlo siempre presente facilita el trabajo en equipo, la comunicación y la colaboración entre los profesionales.
RES.0361.082022