Enfoques holísticos para tratar enfermedades

Enfoques holísticos para tratar enfermedades

¿Estás listo para una nueva perspectiva sobre el cuidado de tus pacientes? En este artículo vamos a adentrarnos en el mundo de los enfoques holísticos para tratar enfermedades, también conocido como terapia holística. No te preocupes, no vamos a hablar de magia ni de pociones secretas. Descubre qué es realmente un tratamiento holístico de la salud y, ojo, no lo confundas con la homeopatía porque son cosas distintas; aquí los prefijos griegos se usan bien.

Hablamos de una mirada integral que nos invita a ver más allá de los síntomas y tratar a la persona como un todo, desde la nutrición hasta la meditación, pasando por la acupuntura o la terapia artística. ¿Esto último no te lo esperabas? Déjanos contarte cómo una visión más amplia puede ayudarte a tratar a tus pacientes de manera más completa y efectiva. Quién sabe, quizás te ayude también a reenfocar tu propia salud. ¡Sigue leyendo y no te pierdas el tercer punto, seguro que sorprenderá a tus pacientes!

 

¿Qué es el enfoque holístico en la salud?

Empecemos por el principio. El término “holístico” viene del griego “holos”, que significa “todo” o “completo”. En el mundo de la salud, esto se traduce en tratar al paciente no solo por sus síntomas físicos, sino también considerando su mente, sus emociones y su entorno; un enfoque de 360 grados. Es como si en vez de ver solo una pieza del puzzle, nos fijáramos en la imagen completa. No suena tan loco, ¿verdad?

En lugar de preguntar “¿qué te duele?”, con una aproximación holística podríamos preguntar “¿cómo te sientes?”, “¿cómo va tu vida?” o incluso “¿cómo está tu gato?”. Porque todo cuenta. La idea es que cuerpo y mente están conectados y lo que le pasa a uno afecta al otro. Lo mismo ocurre con cada una de las partes que componen la salud física y la salud mental.

 

Ejemplos de enfoques holísticos

Imagina que tienes un paciente con dolor crónico de espalda. En lugar de solo prescribirle analgésicos, un enfoque holístico podría considerar lo siguiente:
 

  1. Terapia física: ejercicios específicos para fortalecer los músculos y mejorar la postura. Considera ¿su dolor empeora con el estrés? Entonces, propón a tu paciente que se decante por ejercicios que no sólo le ayuden a fortalecerse, sino también a despejar la mente y desestresarse.
     
  2. Nutrición: tal vez su dieta está contribuyendo a la inflamación. Hora de revisar lo que está comiendo.
     
  3. Salud mental: ¿Cómo está lidiando el paciente con el estrés? ¿Hay problemas emocionales que podrían estar contribuyendo al dolor y para los que no sean suficientes el ejercicio físico o el tratamiento farmacológico?
     
  4. Medicina complementaria: Acupuntura, masajes, o incluso terapia de cuencos tibetanos para facilitar una meditación que le ayude a aliviar el dolor y la tensión. Aquí prima el sentido común y tu criterio profesional; si realizar una actividad complementaria no le perjudica ni le expone a ningún riesgo, ¿por qué no abrir las opciones con las que el paciente pueda sentirse mejor?
     

Como ves, no es solo una cosa, sino un conjunto de prácticas diseñadas para mejorar la salud general del paciente.

 

¿Qué tipos de tratamientos holísticos existen?

El universo de los tratamientos holísticos es variado y amplio. Aquí van algunos de los más conocidos:
 

1. Terapia nutricional

1. Terapia nutricional:

Supongamos que tienes un paciente con problemas digestivos crónicos. En lugar de recetarle solo medicamentos, podrías trabajar con un nutricionista para crear un plan de alimentación personalizado que incluya alimentos antiinflamatorios y probióticos naturales.

 

2. Mindfulness y meditación

2. Mindfulness y meditación:

Para un paciente con ansiedad o depresión, podrías recomendar prácticas de mindfulness y meditación guiada. Estudios han demostrado que estas prácticas pueden reducir significativamente los niveles de estrés y mejorar el estado de ánimo. Algunas, como el yoga, mejoran además aspectos físicos como la flexibilidad y la fuerza.

 

3. Terapia de arte

3. Terapia de arte:

Para pacientes que tienen dificultades para expresar sus emociones, la terapia de arte puede ser una salida increíblemente eficaz. Puede ayudar a reducir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo y proporcionar una forma de expresión creativa.

 

Descubre más sobre la llamada “Arteterapia” aquí.

 

4. Acupuntura

4. Acupuntura:

Esta técnica milenaria de la medicina tradicional china utiliza agujas finas para estimular puntos específicos del cuerpo y promover la curación. Para aquellos con dolor crónico, la acupuntura puede ser una opción.

 

5. Aromaterapia

5. Aromaterapia:

El uso de aceites esenciales y otros productos aromáticos para mejorar el bienestar físico y emocional. El objetivo aquí es estimular el olfato, no ingerirlos ni aplicarlos en el cuerpo persiguiendo efectos que no están probados.

 

6. Naturopatía

6. Naturopatía:

Remedios naturales y cambios en el estilo de vida para ayudar al cuerpo a sanar. Sabemos que no vas a sustituir un tratamiento farmacológico que tu paciente necesita por una alternativa de naturopatía que su vecino le ha recomendado, pero quizás puedes escucharlo y hablar sobre qué complementos naturales le pueden venir bien en su caso.

 

7. Ejercicio físico

7. Ejercicio físico:

No es ninguna sorpresa que el ejercicio regular mejora la salud en general. Pero en un enfoque holístico, el tipo de ejercicio se adapta a las necesidades específicas del paciente, ya sea yoga para la flexibilidad y la paz mental, o entrenamiento de fuerza para la resistencia física.

 

8. Terapias de movimiento

8. Terapias de movimiento:

Como la danza interpretativa o el tai chi, que utilizan una variedad de ejercicios de intensidad leve a media para promover la salud física y emocional, especialmente útil para pacientes con movilidad reducida.

 

9. Terapia de masajes

9. Terapia de masajes:

Más allá de la relajación, los masajes pueden ayudar a aliviar el dolor muscular, mejorar la circulación y reducir el estrés.

 

El enfoque también dependerá del tipo de paciente que te encuentres en tu consulta. No te pierdas este otro artículo para conocer cómo actuar en cada caso.

El enfoque holístico en la salud no se trata de deshacerse de la medicina convencional, sino de complementarla. Es una forma de ver al paciente como un todo, considerando todos los aspectos de su vida y cómo estos pueden influir en su salud. Y para ti puede ser una herramienta increíblemente útil que te ayude a mejorar el bienestar de tus pacientes. Así que la próxima vez plantéate pensar más allá de los síntomas y considerar la imagen completa. ¿Quizás una combinación de terapia física, nutrición y mindfulness podría ser justo lo que necesita ese paciente que estás viendo?

 

CON0043.08.2024

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